el hombre logra en sueños lo que no logró despierto: seducir a una mujer carnal, perfumada y esquiva. lo despierta un golpe en las costillas: la esposa, que duerme con él, le ha hundido el codo en el costado. ha soñado que el marido se ha dejado seducir por una mujer carnal, perfumada y esquiva.
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